Me gustó La singular vida de Ibelin porque es una triste pero bellísima historia detrás de un niño que pudo “realmente vivir su vida” a través de un videojuego y su comunidad.
Me gustó Gladiador II porque después de mucho tie llega una película que se aleja de lo que hemos visto en los últimos tiempos, el viaje del héroe se vuelve épico.