Me gustó La mesita del comedor porque es incómoda, sangrienta y en algunos momentos inapropiadamente divertida. Caye Casas es un maestro de lo brutal y del humor negro.
Me gustó Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo infinito porque es maravilloso como adaptaron esta parte de la historia a la pantalla, con una animación estupenda y un maravilloso trabajo de producción.