Me gustó La maldición de Hill House porque además de ser una re interpretación del clásico literario, Flanagan logra dibujar los traumas infantiles y sus oscuras premoniciones.
Me gustó Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo infinito porque es maravilloso como adaptaron esta parte de la historia a la pantalla, con una animación estupenda y un maravilloso trabajo de producción.