Me gustó Por mandato del cielo porque me mantuvo picada cada capítulo, y como creyente (no mormona) me hizo cuestionarme muchas cosas y confirmar otras en mi fe.
Me gustó Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo infinito porque es maravilloso como adaptaron esta parte de la historia a la pantalla, con una animación estupenda y un maravilloso trabajo de producción.