Me gustó Oppenheimer porque la película nos muestra la crueldad y la hipocresía de los humanos y cómo se juega a ser dioses sin pensar en las consecuencias.
Me gustó Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo infinito porque es maravilloso como adaptaron esta parte de la historia a la pantalla, con una animación estupenda y un maravilloso trabajo de producción.