Me gustó Oppenheimer porque no es simplemente la típica película biográfica, no se limita a simplemente contarte qué pasó y ya: te inmersa de verdad en la historia.
Me gustó Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba Castillo infinito porque es maravilloso como adaptaron esta parte de la historia a la pantalla, con una animación estupenda y un maravilloso trabajo de producción.